...por mucho que lo diga una marca de refresco, ni hay mayor verdad que "la estupidez humana es infinita", como decía Eistein...
Me podréis llamar cinica o desconfiada o cascarrabias... o lo que sea... solo hablo desde mi experiencia, y digo que estoy totalmente de acuerdo con el Sr. Reverte (de nuevo). Y, aunque no soy demasiado mayor, los años me han enseñado que el que se pueda beneficiar a tu costa, lo hará, y no tendrá miramientos, y si además te viene con una sonrisa y una palabra bonita, será mucho peor, así que vete preparando... luego no digas que no te lo adverti...
Vístete de novia, y no corras
ARTURO PÉREZ-REVERTE XLSemanal 8 de Junio de 2008
ARTURO PÉREZ-REVERTE XLSemanal 8 de Junio de 2008
Me van a volver diabético, entre tanto gilipollas. Nunca hubo tal cantidad de soplacirios en la política, el sindicalismo, la cultura, el feminismo, la sociedad. Empieza a alterarme la salud tanto buen rollo y buenas intenciones, tanta mermelada a todas horas, tanta propuesta de besarnos masivamente en la boca para que las cosas vayan bien, tanta certeza de que con demagogia y corderitos de Norit triscando saltarines por el prado conseguiremos una España, un mundo, un universo mejor y más justo. Eso está bien para los jóvenes, cuya obligación antropológica, por edad y hormonas, es batirse en defensa de todo eso y de algunas cosas más. En tales lides se desbrava uno, y con el derroche de energía, si sobrevives a ello, y con la estiba que la realidad sacude en el morro, al final terminas madurando, camino de la serenidad, la experiencia y el razonable respeto a ti mismo, a lo que fuiste, eres y acabarás siendo. Ni más ni menos que la vida, en suma. El trámite obligatorio. Por eso me hace echar la pota el comportamiento y discurso de tanto simple, de tanto cantamañanas y de tanto golfo apandador entrado ya en experiencia y años. Toparte en cada telediario, en cada programa de radio, en cada titular de prensa, con simplezas propias de colegas de bachillerato dichas por pavos con canas en la barba, o por tordas con edad de ser abuelas, lleva a la inevitable conclusión de que, o estamos rodeados de retrasados mentales, o se trata de que los resortes sociales han sido secuestrados por una legión de embusteros y sinvergüenzas. Aunque también puede ocurrir que todo sea lo mismo: con frecuencia, un tonto al que nadie pone límites termina convirtiéndose, por puro hábito del ejercicio, en resabiado y contumaz sinvergüenza. Y más cuando, como ocurre ahora con triste frecuencia –antes sólo ocurría con la política–, es posible hacer de cualquier ideología un rentable medio de vida.
2 comentarios:
Oh, no lo puedo evitar. Detesto a Perez Reverte. Y no tanto como escritor (que está muy de moda ponerlo a parir por sus personajes bastante planos) como en sus columnas (que a muchos amigos cuyas opiniones valoro mucho le encantan)
Detesto su discurso de rebelde. Su discurso de chico malo y deslenguado. Sus críticas altisonantes y sin ningún tipo de opción o alternativa de mejora.
Creo que la sinceridad es una virtud. Y la educación otra. No tienen porque ir enfrentadas. Y este hombre pretende que por decir más sandeces y más tacos es mas "guay"
En fin, que no puedo con él, peli... (me he quedado agusto, jiji)
besitos, guapa!!!!
para gustos están los colores...
a mí lo que me gusta de él es que no se ande con remilgos para decir las cosas y utilice el lenguaje en toda su amplitud (algunos "tacos" están dentro del diccionario de la RAE) para expresar claramente lo que piensa, esté o no bien visto...
En un mundo donde prolifera el "quedar bien" la "sonrisa falsa" y las supuestas buenas intenciones, se agradece un poco de sinceridad y transparencia, aunque ésta no venga envuelta en papel de regalo...
besitoss ;)
Publicar un comentario