miércoles, 30 de enero de 2008

RAYUEL-O-MATIC



"Una cristalización en la que nada quedara subsumido, pero donde un ojo lúcido pudiese asomarse al calidoscopio y entender la gran rosa policroma, entenderla como una figura, imago mundis que por fuera del calidoscopio se resolvía en living room de estilo provenzal, o concierto de tías tomando té con galletitas Bagley."

Rayuela Del cap. 109

Hoy me sirvo del Rayuel-o-matic porque me apetece un poquito de Julio... RAYUEL-O-MATIC

Siempre me ha encantado el capítulo 7 de Rayuela, desde la primera vez... Sé que soy poco original con esto, pero no puedo evitarlo, me emociona cada vez que lo leo o lo escucho recitado por Julio... Ahi os lo dejo, haciendo un pequeñísimo huequito en mi alienado día de oficina...

Para los que no lo habían leído nunca, y para los que ya han disfrutado con su magia...

Un cachito del Maestro...

¡Salud!

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entre-abriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

(FUENTE: Capítulo 7. Rayuela. Rayuel-o-matic)

1 comentarios:

xnem dijo...

Lo sabía las casualidades NO existe; aquí está mi gran héroe de la literatura el señor Julio.