martes, 9 de octubre de 2007

CHE



HOMBRE

De quererte cantar sufro disnea

bastante más allá de los pulmones.

Tu sombra brilla hoy en la pelea

mayor de la conciencia y las razones.

Por ti canto de pecho,

como el sueño en que giro

y leve, como aún respiro.

Por ti adelanto trecho

a lo que falta en tono

y canto lo que no perdono.

Hombre, hombre y amigo,

aún queda para estar contigo.

Hombre, hombre sin templo

desciende a mi ciudad tu ejemplo.

Supiste cabalgar contra quien odia

desde su torre de odio y exterminio,

pero, en mi parecer, te dio más gloria

el alma que tallaste a tu dominio.

La medicina escasa,la más insuficiente

es la de remediar la mente.

Y la locura pasa

risueña cuando engaña,

cual odio de la propia entraña.

Hombre sin apellido,

un poco de piedad te pido:

hombre, ay, todavía,

que un tanto más allá está el día.

De la melena inculta a la calvicie,

del número inicial a lo incontable,

desde la tumba hasta la superficie,

tras breve veinte tan multiplicable

me llega un canto alado

de fiebres de la infancia,

me brota la invención del ansia

y entero y mutilado,

furiosamente a besos,

te doy mi corazón travieso:

Hombre, hombre sin muerte,

la noche respiró tu suerte,

hombre de buen destino,

y hay luces puestas en camino.


Silvio Rodríguez

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